¿Cómo cuidar su salud digestiva todos los días?
La salud digestiva de tu perro es clave para que tenga una vida larga, activa y feliz. Un sistema digestivo en equilibrio no solo ayuda a absorber mejor los nutrientes, también refuerza sus defensas, mejora su energía e incluso influye en su estado de ánimo. Pero… ¿cómo puedes cuidar su pancita todos los días?
Aquí te damos algunos consejos prácticos y fáciles de aplicar:
1. Elige un alimento de calidad
El primer paso para una buena digestión es lo que entra en su plato. Asegúrate de ofrecerle croquetas o alimentos formulados con ingredientes de alta calidad, sin colorantes ni conservadores artificiales. Evita los cambios bruscos de alimento y, si necesitas cambiar su dieta, hazlo de forma gradual en un periodo de 7 a 10 días.
2. Incluye prebióticos y probióticos
Los prebióticos alimentan a las bacterias buenas del intestino, y los probióticos son esas bacterias buenas que ayudan a mantener la flora intestinal en equilibrio. Puedes encontrarlos en algunos alimentos o suplementos. Coolbark, por ejemplo, está diseñado para aportar estos beneficios con cada premio.
3. Mantén una rutina de horarios
Los perros, como los humanos, se sienten mejor con una rutina. Alimentarlo todos los días a la misma hora ayuda a que su sistema digestivo trabaje de forma regular y eficiente. Además, evita darle restos de comida humana o snacks fuera de su dieta habitual.
4. Asegúrate de que tome suficiente agua
Una buena hidratación ayuda al movimiento intestinal y previene problemas como el estreñimiento. Revisa constantemente que su bebedero esté limpio y lleno de agua fresca, sobre todo en épocas de calor o después del ejercicio.
5. Obsérvalo y aprende sus señales
La digestión también se refleja en su comportamiento: si de repente está decaído, tiene diarrea frecuente, gases, vómitos o su popó cambia mucho de color o consistencia, puede ser una señal de que algo no está bien. No lo ignores, consulta a tu veterinario.
Una buena salud intestinal se construye todos los días con decisiones pequeñas pero constantes: una dieta equilibrada, rutinas estables, hidratación adecuada y productos que lo ayuden a sentirse bien desde adentro.
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